¿Quien tiene miedo de la alianza Venezuela-Cuba?

por

Jane Franklin

 

Durante mucho tiempo, solamente había un país en Latinoamérica que ofrecía atención sanitaria gratuita a sus ciudadanos. Ahora hay dos. Los gobiernos de ambos países consideran que la atención sanitaria es un derecho humano básico. Así que Cuba, rica en atención sanitaria, y Venezuela, rica en petróleo, han comenzado un trueque en beneficio de la población de ambos países. Esto podría considerarse como un ejemplo histórico de suma importancia sobre los beneficios del mercado libre. ¿Quién podría estar en contra?.

 

Bueno, Condoleenzza Rice, para empezar, parece bastante trastornada con esta alianza. Durante una entrevista el pasado octubre con la junta editorial del The Pittsburgh Tribune-Review, la entonces Consejera de Seguridad Nacional se refirió a Hugo Chávez como "un verdadero problema".  Dijo de él que "continuará sus contactos con Fidel Castro, quizá dándole una última oportunidad para intentar perjudicar la política de Latinoamérica". ¿Por qué está tan inquieta?.

 

En esa misma entrevista, elogió a Rusia contraponiéndola a la Unión Soviética: "Están sucediendo cosas asombrosas en la economía", dijo con entusiasmo, citando un ejemplo de progreso "notable": "Putin le esta diciendo a la gente que van a tener que pagar por su atención sanitaria". Condoleenzza Rice, con raíces en Alabama, donde mucha gente no puede permitirse una atención sanitaria adecuada, se ha convertido en un miembro de la elite de las transnacionales, presente en la junta de directores de gigantes de la industria como Transamerica, Charles Schwab y Hewlett Packard. Como su jefe, el presidente George W. Bush, y otros miembros de su cabinete, ella ha invertido en la industria del petróleo, con un interés directo por el petróleo de Venezuela a través de Chevron Corporation. En 1995, el mismo año en el que Chevron firmó un acuerdo en Caracas para explotar el campo petrolero Boscan de Venezuela por un periodo de 20 a 30 años, Chevron puso el nombre de uno de los miembros de su junta de directores a su petrolero más grande: Condoleezza Rice. Después de que Rice fuera nombrada Consejera de Seguridad Nacional en 2001, Chevron cambió el nombre del petrolero, para evitar esa conexión tan obvia.

 

Ahora Miss Petrolero 1995 es la Secretaria de Estado, encargada de aplicar la política de EEUU para todos los demás países. No es una sorpresa que esté tan inclinada a respaldar actividades anti-Chávez como la huelga de 2002 que devastó temporalmente la economía venezolana. Tampoco es una sorpresa que la alianza entre La Habana y Caracas esté causando gran consternación en la administración Bush. Tomemos el tema del mercado libre. Durante décadas, La Habana se ha negado a ser controlada por los mecanismos de mercado de Washington como el Fondo Monetario Internacional (FMI), que implican una consecuente disminución del bienestar domestico y aumento de la deuda exterior. En 1985 se celebró en Cuba una conferencia sobre la crisis de la deuda de Latinoamérica donde los delegados solicitaron, sin éxito, una reestructuración básica de la relación entre naciones deudoras y acreedoras. Ahora Venezuela se ha convertido en un aliado en la resistencia a esta esclavitud financiera, aunque Venezuela, a diferencia de Cuba, pertenece a las instituciones financieras internacionales como el FMI.

 

En vez de capitular ante el Área de Libre Mercado de las Américas, el ALCA, que Washington está tratando de imponer, Venezuela y Cuba han puesto en marcha la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en un esfuerzo por unificar a los países latinoamericanos y así continuar en el siglo XXI con la labor del venezolano Simón Bolívar y el cubano José Martí. El 14 de diciembre, los presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez firmaron un acuerdo a largo plazo "hacia un proceso de integración", que incluía "el intercambio de bienes y servicios que mejor correspondan con las necesidades económicas y sociales de ambos países."

 

Un ejemplo es la alfabetización: "Ambas partes trabajarán juntas y en coordinación con otros países latinoamericanos para erradicar el analfabetismo en terceros países" (Artículo 5). El método de enseñanza cubano conocido como "Sí, se puede" está ayudando a elevar los niveles de alfabetización en Venezuela y ya se está usando en muchos otros países como Argentina, Bolivia, Ecuador, Haití, Honduras, México, Mozambique, Nueva Zelanda, Nicaragua, Nigeria y Perú. ¿Qué puede ser más conducente para crear la democracia que George Bush proclama querer llevar al resto del mundo? ¿Por qué Washington no apoyaría la expansión de la alfabetización que es necesaria para la verdadera democracia?

 

El objetivo de "erradicar el analfabetismo en terceros países" llena de miedo a la administración Bush. En ese misma entrevista del pasado octubre, Rice dijo que "la clave" para parar a Hugo Chavéz "es movilizar a la región para que lo vigile y le presione". Explicó que "nosotros no podemos hacerlo solos... pero la OEA puede hacer mucho." El 20 de noviembre, con Rice de camino al Departamento de Estado, el Washington Post la apoyó con una editorial titulada "Vigilar a Venezuela" en el que decía que el plan de Rice para aislar a Chávez "parece una política sensata".

 

Pero la mecha ya está prendida. Venezuela impulsó la creación de la Unión Sudamericana (o Comunidad Sudamericana de Naciones) en diciembre, con el objetivo de crear una zona de libre mercado entre sus miembros: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Una importante expresión de esta unidad es Telesur, un canal de televisión que, desde este año, informa sobre América Latina desde América Latina.

 

Fiel a su plan, una vez que asumió en su nuevo trabajo en enero, la Secretaria de Estado Rice no perdió el tiempo para intentar destruir esa unidad. El Departamento de Estado envió cartas a los lideres de países latinoamericanos para movilizarlos en contra de Chávez en una disputa entre Venezuela y Colombia. Nadie respondió a la llamada del Departamento de Estado. La presión de EEUU demostró ser inútil, agravando el conflicto. El presidente colombiano Álvaro Uribe solicitó ayuda de nada menos que Fidel Castro. Castro envió a su Ministro de Asuntos Exteriores Felipe Pérez a Caracas. Brasil y Perú también tomaron parte en las mediaciones. Pero como Uribe declaró públicamente, fue la ayuda de Castro la que fue crucial para conseguir una salida pacífica cuando Uribe se reunió con Chávez en Caracas. Irónicamente, Cuba, que fue capaz de hacer de mediadora con éxito, ni siquiera es miembro de la OEA al haber sido expulsada en 1962 como parte del intento de Washington para movilizar a los países Latino Americanos contra Cuba durante la Operación Mangosta, otro intento posterior a Bahía de los Cochinos de derrocar al gobierno cubano.

 

La administración Bush y los medios de comunicación han intensificado sus ataques contra Hugo Chávez y Fidel Castro. En su discurso, cuando fue confirmada por el Senado el 18-19 de enero, Rice llamó a Cuba "un reducto de tiranía". Quizá la etiqueta de "nación terrorista" ha perdido su efecto inductor de miedo, aunque Cuba permanezca en la lista de naciones terroristas del Departamento de Estado. Nadie puede entender racionalmente cómo Cuba puede ser una amenaza terrorista, especialmente después del total descrédito de la afirmación de John Bolton en 2002 de que el sistema médico cubano era una tapadera para el bioterrorismo. Así que ahora el Departamento de Estado está usando la palabra clave "tiranía" porque Fidel Castro no ha sido elegido por medio de unas elecciones aprobadas por Washington, la clase de elecciones que tuvieron lugar en 1901 bajo ocupación norteamericana - o comparables a las que tuvieron lugar en enero en Irak.

 

Olviden que, en 1952, cuando Castro se presentó a elecciones para el Congreso, Washington apoyó un golpe de estado que puso en el poder al dictador General Fulgencio Batista, cancelando las elecciones y suspendiendo la Constitución. Olvidemos también que la ley Helms-Burton de 1996 declaró ilegal para los EEUU que Fidel Castro (o su hermano Raúl) se pudieran presentar a elecciones en Cuba. Si en Cuba se llegasen a celebrar elecciones en la que ellos participaran, los resultados no serian reconocidos por los EEUU.

 

Hugo Chávez fue elegido en 1998 y reelegido en 2000 con un 59.5% de los votos (el mismo año en el que Bush fue elegido por la Corte Suprema). En 2002, volvió al gobierno dos días después de un golpe de estado apoyado por Washington y aclamado por los medios de comunicación estadounidenses, sobre todo por The New York Times. En 2004, Chávez logró la victoria en un referéndum supervisado por observadores internacionales, entre ellos el ex presidente Jimmy Carter. Aun así, en su discurso de confirmación, Rice amenazó abiertamente al gobierno electo de Venezuela cuando dijo que quiere que la OEA se haga cargo de "lideres que no gobiernan democráticamente, aunque hayan sido elegidos democráticamente".

 

Por supuesto, los derrocamientos de gobiernos electos por parte de EE.UU. no es nada nuevo, como se demostró en Brasil, Chile, la República Dominicana y Haití, por nombrar unos pocos. Actualmente se está llevando a cabo una reforma agraria en Venezuela, el mismo tema que fue motivo para que la CIA a derrocara al gobierno electo en Guatemala en 1954. Con precisión, el director de la CIA Porter Goss, en su testimonio del 16 de febrero ante el Comité de Inteligencia del Senado, nombró a Venezuela entre los "posibles estallidos del 2005" porque "Chávez está consolidando su poder mediante el uso de tácticas técnicamente legales para atacar a sus oponentes y entrometerse en la región, con el apoyo de Castro".

 

Otro método estadounidense para hacer "un cambio de régimen" ha sido el magnicidio, documentado en las audiencias del Comité Especial de Inteligencia del Senado después de las secuelas de la guerra de Vietnam, cuando, por un breve periodo de tiempo, algunos miembros del Congreso se atrevieron intentar rectificar algunas de las prácticas más criminales de la política exterior y domestica de EE.UU. Por supuesto, Fidel Castro era un objetivo frecuente. En un discurso mordaz ante la OEA el 23 de febrero, el Ministro de Relaciones Exteriores venezolano, Alí Rodriguez, dijo: "Las acusaciones absurdas contra nuestro gobierno no nos importarían lo más mínimo si no existieran una multitud de hechos que prueban que, cuando se hacen esas declaraciones, es porque, más pronto o más tarde, se producirá un ataque.... Es lo que sucedió con Allende, lo que sucedió en la República Dominicana, en Guatemala y en otros muchos casos. Por la misma razón, no podemos descartar la información de nuestros servicios de inteligencia referentes al asesinato de nuestro presidente, el mismo hombre que ha sido legitimado cada vez que se ha sometido al escrutinio del pueblo venezolano".

 

Rodríguez mencionó que el Artículo 1 de la OEA dice que la OEA "no tiene otro poder más que el otorgado expresamente por estos Estatutos, ninguna de sus disposiciones le autoriza a intervenir en asuntos que entran dentro de la jurisdicción interna de los estados miembros". Dijo a los miembros de la OEA que, con el debido respeto, a Venezuela le gustaría "hacer hincapié en la necesidad de considerar la justicia social como un componente fundamental de la democracia" El Ministro de Relaciones Exteriores añadió que "la democracia en un país como Venezuela, cuya realidad concreta es la pobreza, depende de dar a la gran mayoría del país la oportunidad de participar, lo que significa que vencer la pobreza se convierte en la primera razón de ser del gobierno".

 

Imaginen tener un gobierno que considera que su primera razón de ser es superar la pobreza. Una y otra vez la gente se pregunta: ¿Por qué Washington se opone a Cuba, cuando es tan claro que Cuba no supone una amenaza a nuestra seguridad nacional?. Rice la llama "reducto de tiranía", pero la verdadera razón es el ejemplo que Cuba le está dando al resto del mundo, que necesita desesperadamente salud y educación. Fidel Castro se niega a decirle a su pueblo que "van a tener que pagar por su asistencia sanitaria". Y ahora Hugo Chávez, con la cooperación de Cuba, está poniendo en práctica esta teoría en Venezuela.

 

Con los médicos cubanos dando muestras por el mundo, el miedo al ejemplo cubano aumenta entre aquellos que no tienen ninguna intención de abordar los grandes retos de nuestro tiempo: los millones de personas en todo el mundo que carecen de atención sanitaria básica y están sin alfabetizar. Escribiendo desde Honduras en su columna del 18 de febrero, Mary Anastasia O´Grady, escritora de la página editorial del The Wall Street Journal y una de las más fervientes opositoras a Castro y Chávez, informó que Cuba envió 350 médicos a Honduras en 1998 cuando el huracán Mitch devastó el país ya azotado por la pobreza. O´Grady está preocupada porque los médicos cubanos se han quedado a cuidar a la población y porque 600 hondureños están estudiando medicina en Cuba para proporcionar asistencia sanitaria en su país a su regreso. O´Grady llama a los médicos cubanos "la infantería de Fidel" con " un potencial de adoctrinamiento, una manera de preparar el terreno en países pobres para que estén listos cuando la oportunidad política se presente, como lo ha hecho últimamente en Venezuela". Para un ser racional, la capacidad de Cuba de facilitar asistencia médica y la disposición de Venezuela de trabajar con Cuba en esta labor presentan un potencial bastante diferente: el potencial humano de cooperación desinteresada.

 

# Título original: Who´s Afraid Of Venezuela-Cuba Alliance?

# Traducido por Eva Calleja y revisado por Lucio Salas

 

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Jane Franklin es autora de Cuba-Estados Unidos: Cronología de una historia. 

E-mail Jane Franklin: janefranklin@hotmail.com