Las relaciones de Cuba y E. U. durante la Guerra al Terror

 Jane Franklin

El 11 de septiembre cuando los terroristas utilizaron aviones de pasajeros para atacar las Torres Gemelas y el Pentágono, Cuba fue el primer país en expresar su simpatía y ofrecer ayuda a Estados Unidos. Esa mañana, el Presidente Fidel Castro estaba dando un discurso en la inauguración de una nueva escuela en la Habana. Su discurso se convirtió en una solicitud de cooperación internacional contra el terrorismo, el cual, dijo, puede ser únicamente eliminado poniendo fin al terrorismo de estado y desarrollando una política mundial de paz para encontrar soluciones a problemas globales como el SIDA, el hambre y la falta de atención médica.

El Presidente Castro tenía esperanzas de que combatiendo el terrorismo, Washington finalmente terminaría con los actos terroristas contra Cuba realizados durante décadas por grupos radicados en Estados Unidos. Recordó varios ataques terroristas, especialmente la explosión en pleno vuelo de un avión de pasajeros cubano en 1976, que dio muerte a las 73 personas que iban a bordo.

El presidente Castro dijo que si podía decir algo a favor del pueblo de Estados Unidos, él les pediría a los líderes norteamericanos que mantuvieran la calma y no se permitieran dejarse llevar por actos de cólera y odio.

Ese mismo día 11 de septiembre los cubanos comenzaron a donar sangre para las víctimas. En la primera página de Granma, el diario oficial del Partido Comunista de Cuba, apareció el titular, “DOLOR Y TRISTEZA JUNTO AL PUEBLO NORTEAMERICANO”.

En ese momento el mundo entero parecía sentir simpatía por Estados Unidos. Pero el 20 de septiembre, dirigiendo una sesión conjunta del Congreso, el Presidente Bush declaró unaGuerra al Terror”. Anticipándose a unalarga campaña”, manifestó, “Cada nación en cada región tiene ahora una decisión que tomar. O están con nosotros o están con los terroristas.”

Dos días después el Presidente Castro advirtió que la “Guerra al Terrorpodría llevar a consecuencias catastróficas. Dijo que el plan, llamado en ese momentoJusticia Infinita”, sería en realidad una guerra que “podría convertirse en un asesinato infinito de personas inocentes.” Condenó al terrorismo y reiteró que Cuba nunca había realizado acciones terroristas contra Estados Unidos, no lo había hecho en el pasado y no lo haría en el futuro.

Pocos días después en una sesión de la Asamblea General de Naciones Unidas sobre terrorismo internacional, el embajador cubano, Bruno Rodríguez, coincidió en que debía llevarse a cabo una lucha internacional contra el terrorismo, pero enfatizó en que Naciones Unidas debía ser el foro para una coalición de ese tipo. Recordó a su audiencia que en 1976 Cuba había solicitado al Consejo de Seguridad que actuara cuando un avión de pasajeros cubano había sido volado, pero la resolución de Cuba no fue ni siquiera considerada.

Ahora el mundo es testigo de cómo la “Guerra al Terror” se ha convertido en una Guerra de Terror, creando más y más terrorismo en todo el mundo y las políticas de la Administración Bush les han dado luz verde a los terroristas en la Florida.

En febrero de este año, Orlando Bosch, apareció en una larga entrevista por televisión en el Canal 22 de Miami. Allá por el año 1989, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dictaminó que Bosch fuera deportadouna decisión basada en informes de inteligencia de Estados Unidos de que Bosch “ha expresado y demostrado en reiteradas ocasiones disposición para causar daño y muerte indiscriminada.”

Bosch es ampliamente considerado el autor intelectual del atentado contra el avión de pasajeros cubano en 1976, un atentado que tuvo lugar cuando George Bush I era director de la CIA. Para 1989 ese mismo George Bush se había convertido en presidente, y su administración ordenó la liberación de este notorio terrorista que continúa caminando libremente por Miami. En esa reciente transmisión televisiva, Bosch justificó el atentado del avión civil y se jactó de su papel en 11 intentos de  realizar acciones militares contra Cuba en los últimos 10 años y de sus tres intentos de asesinar al Presidente Castro en Chile, Nicaragua y España.

Esa transmisión no causó ningún revuelo en este país que supuestamente está comprometido en una “Guerra al Terror”. Pero llamó la atención en Cuba.

Y entonces, el 9 de junio, Cuba transmitió segmento de otra aparición televisiva de terroristas cubano-americanos. En el Canal 41 de Miami, Oscar Asa, sobrino del ex dictador Fulgencio Batista, recibió a terroristas de Comandos F4 quienes alardearon de sus actividades militares en contra de Cuba. Rodolfo Frómeta, líder de F4, fanfarroneó acerca de que esta organización tenía gente dentro y fuera de Cuba dispuestos a realizar ataques armados. Este terrorismo televisado que emana de Miami está dirigido a mantener a Cuba en tensión, sin permitir que Cuba sea  una Cuba sin una constante amenaza de violencia, sin un constante Estado de Sitio.

Uno de los principales abogados de la violencia contra Cuba es el representante republicano por la Florida Lincoln Díaz Balart, cuyo abuelo fue presidente del Senado cubano bajo el dictador Batista y cuyo padre fue también senador en Cuba antes de la Revolución. En marzo, Díaz Balart manifestó públicamente que Estados Unidos debía considerar el asesinato del Presidente Castro. Imaginen que pasaría si un prominente miembro del parlamento cubano abogara porque Cuba considerara el asesinato del Presidente Bush.

***

Jane Franklin es autora de Cuba-Estados Unidos: Cronología de una historia.  Su trabajo está documentado en su website http://janefranklin.info/

E-mail Jane Franklin: janefranklin@hotmail.com