por Jane Franklin |
Maestra es una celebración de la alegría de enseñar y aprender a pesar de todos los obstáculos. El triunfo de la revolución cubana en enero de 1959 abrió el camino para poner en práctica los objetivos de la revolución, en primer lugar las razones para tener una revolución. Un objetivo fue educar a todo el mundo, incluyendo a todas esas personas que nunca habían tenido la oportunidad de leer o tan siquiera escribir su nombre.
Después de dos años de práctica revolucionaria, los cubanos estaban listos para llevar la educación a todos los que habían sido excluidos por el colonialismo y la dictadura. El 1 de enero de 1961, Cuba inició su Campaña Nacional de Alfabetización, la cual se convirtió en un triunfo histórico y un modelo para otras naciones. ¡Qué clase de revolución! Alrededor de un millón de personas se movilizaron para eliminar el analfabetismo en un año: más de 250 000 que trabajaron para la alfabetización y 707 000 adultos que aprendieron a leer y escribir. Más de 100 000 de aquellos maestros aún no habían cumplido 18 años, y ellos son el centro de este emocionante documental, dirigido y producido por Catherine Murphy. Maestra se concentra en nueve maestros alfabetizadores que nos cuentan no sólo de cómo enseñaron, sino cómo aprendieron –el efecto perdurable en su propia vida por participar en un movimiento que trajo no solo alegría a sus estudiantes, sino también a ellos mismos y a todo el mundo en Cuba, excepto a los contrarrevolucionarios. Al describir una experiencia transformacional, la alfabetizadora Norma Guillard cuenta: “Comencé a enamorarme de ese sentido de independencia”. La mayoría de los maestros marcharon a los campos, donde el analfabetismo era común. Muchos de ellos eran estudiantes de secundaria que se alejaban del hogar por primera vez. En primer lugar, debían tener el valor de querer participar en una aventura tal. Como nos dice la maestra Diana Balboa, muchos padres eran reacios a que sus niños “se unieran a un ejército de quién sabe quiénes eran”, pero los estudiantes se impusieron y “allá se fueron”. La maestra Daisy Veitía recuerda el entrenamiento de 15 días en el que le enseñaron no sólo a enseñar, sino a ser “como son hoy los médicos de la familia, ayudando a crear hábitos saludables, hábitos de vida”. El equipo que se les entregaba consistía en uniforme, frazada, hamaca, dos libros de texto, lápices y un farol para enseñar de noche. Vivían en las casas de la gente que eran sus estudiantes –y también sus profesores. Maestra muestra el intercambio que ocurrió a medida que los jóvenes educadores se sumergían en una cultura que era diferente de la vida urbana, a veces sin electricidad y agua corriente. Como recuerda el exestudiante Carlos López, los alfabetizadores trabajaban en el campo y en las casas, “así que se convertían como en una familia en la que trabajaban juntos”. Su vida no era todo trabajo y nada de diversión. Mirando las filmaciones de archivo de cuando ellos cantaban y bailaban, la maestra Ivonne Santana nos dice: “Por las noches teníamos fiestas y bailábamos… Nos divertíamos, La pasábamos bien”. Pero esto no es una historia bucólica. En abril, en medio de la Campaña de Alfabetización, llegó la invasión por Bahía de Cochinos. Daisy Veitía recuerda cómo llegaron sus familiares para llevársela a casa, pero ella les dijo que se quedaba aunque se fueran todos los demás. La invasión fue derrotada en menos de 72 horas, pero el peligro para los alfabetizadores continuó. Los contrarrevolucionarios ya habían matado al menos a dos jóvenes maestros, Conrado Benítez y Pedro Morejón, y en los meses subsiguientes otros serían asesinados –– Delfín Sen Cedré y Manuel Ascunce Domenech, junto con el estudiante de Ascunce, Pedro Lantigua. A los alfabetizadores se les recomendó que no salieran de noche. La maestra Adria Santana recuerda que una noche hubo golpes en la puerta y gritos de “Saquen a los alfabetizadores, saquen a los alfabetizadores”. El campesino dueño de casa les dijo. “No les tengo miedo a ninguno de ustedes”. Diana Balboa dice que los asesinatos la hicieron tener más determinación, “porque era muy hermoso lo que estábamos haciendo”. “Maestra” nos lleva muy cerca del corazón de la revolución cubana. Durante más de 33 años, Jane Franklin ha hablado y escrito acerca de las relaciones Cuba-EE.UU. Su página web es http://www.janefranklin.info |
Fuente: Progreso Semanal |
MAESTRA: LA MARCHA DE LOS LÁPICES #Cuba
27/02/2013 por cyohueso
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